ROMERO, ANA
Nadie te advierte que hay temporadas en que estrenas experiencias y sensaciones todos los días
El primer beso. La primera vez que preparas un pastel. Las primeras vacaciones sin los papás. El primer amor de verdad... Pero también el primer corazón hecho trizas; el primer desengaño; la primera vez que quieres aullar de dolor... Nadie te advierte que hay temporadas en que estrenas experiencias y sensaciones todos los días, ni que en ocasiones ese torbellino resulta demasiado. Hasta que un día descubres, por primera vez, que se puede pisar el freno.