NEWMAN, BRUNO
Infancia y muerte son dos conceptos aparentemente opuestos. Sin embargo, como revelan las imágenes y textos que aquí se reúnen, una y otra se entrelazan, intensificando lo que provocan por separado. Cuando esos dos extremos de la existencia humana se tocan, como una serpiente que se come la cola, el ciclo eterno parece más redondo y perfecto que nunca. Así, aunque el dolor es infinito, también es infinita la certeza de que la vida continúa. Este libro documenta, de distintas maneras, esta tradición mexicana que da testimonio de la estela de emociones que perviven tras la muerte de una criatura que ha sido amada: la tristeza de la pérdida, el apego a la materialidad del cuerpo y la complejidad del duelo; pero sobre todo la fe en un nuevo comienzo, que hace llevadera esa ausencia temprana.