GÓMEZ CERDA, ALFREDO
Por fin los ornitorrincos Pepe y Pepa habían encontrado el lugar perfecto para tener descendencia. Y ese día llegó: ¡Pepa había puesto un huevo¡ Aunque las cosas se complicaron cuando a la mañana siguiente Pepe se encontró otro huevo, abandonado. Era un poco extraño, pero lo recogió y lo llevó junto al suyo. Y así hasta siete ¿Qué animal podía haber perdido esos huevos exactamente iguales?