VILLALOBOS, JUAN PABLO
Peluquería y letras, de Juan Pablo Villalobos. En esta novela Villalobos juega con la autoficción. Es decir, un personaje muy parecido al autor que escribe una novela en la que aparentemente no sucede nada, o cuando menos eso pretende. A fin de cuentes se convierte en una historia sobre la felicidad, que se ve condicionada por una serie de circunstancias absurdas propias de una comedia de situación. Hilarante y reflexiva es una gran novela corta.
Una novela delirantemente divertida sobre cómo el mundo cotidiano puede transformarse en un enloquecido disparate.
Esta podría ser una novela picaresca, aunque, según las recepcionistas de la clínica de gastroenterología donde al protagonista le practican una colonoscopia, bien podría ser una novela negra, con misterios intrincados, accidentes macabros, pruebas incriminatorias y dos sospechosos nada comunes: una peluquera bretona de pasado oscuro y un vigilante de supermercado obsesionado con escribir el testimonio de sus experiencias en la vida. Lo peor es que el protagonista ni se lo imagina, porque está demasiado preocupado por las consecuencias de la felicidad, ese sopor embriagador tan agradable que le hace temer haber caído en la trampa del aburguesamiento.
Suele repetirse que no hay literatura después de un final feliz, que la «buena literatura» no es una literatura feliz. La felicidad es banal, superficial, frívola, carece de conflictos. Y sin conflicto, se dice, no hay literatura.