MALPICA, ANTONIO
Lavinia vive en Gabaón, un distrito con túneles como gargantas de titanes adormecidos, rodeado de oscuridad y tierra. Su tiempo es lento y pegajoso porque no conoce casi nada, nunca ha leído un libro, pero sí que sabe de las palabras ?tristeza? y ?esperanza?. Su abuelo se ha encargado de recordarle la última, porque anhela un futuro distinto para ella, algo más que un andar letárgico y ambiciones muertas al nacer. Lavinia quiere dejar de ser un número y gozar una existencia con las manos libres de polvo. Hay gente que necesita sentirse libre en verdad, gente que no puede saber que tiene derecho al aire y a la lluvia y al sol y a los sueños sin hacer todo lo posible por recuperarlos.