CHESTERTON, GILBERT KEITH
Ambientada en España, se revela una pista esencial sobre la filosofía del singular detective: nadie es realmente bueno hasta que no descubre lo malo que es, o que puede llegar a ser. A diferencia de los métodos basados en detalles científicos, el modesto padre Brown aparece como un razonador más intuitivo que puede meterse en la mente de un criminal. Su empatía con los otros convierte las historias de este sacerdote católico en un ameno ensayo sobre la naturaleza humana.