OLEA FRANCO, RAFAEL
Un fantasma blanco recorre la cultura mexicana: el pulque; y de la mano de él (y a veces antes que él), aparece su padre: el maguey. Sus huellas, acumuladas durante siglos, son visibles en las infinitas representaciones de la cultura letrada y de la popular; por ejemplo, en la literatura de los siglos xix y xx, objeto de estudio de este libro. Los tonos de estos registros verbales van desde lo dramático hasta lo trágico, pasando por lo cómico, con un componente irónico casi constante. Quizá conforme cada quien avance en la lectura, vendrán a su mente algunos otros casos donde el pulque y el maguey son protagonistas, porque, como afirma el autor, retomando a Vasconcelos: «Por nuestra raza hablan el pulque y el maguey». A tal grado, que hay quienes proponen, entre las muchas etimologías sobre la palabra «México», la hipótesis de que ésta proviene de las voces nahuas metl (maguey) y xictli (ombligo), así como del sufijo co (lugar); o sea: en el ombligo del maguey. Aunque esta idea es más fantasiosa que científica, ilustra la importancia del pulque y del maguey en nuestra cultura.