DOYLE, ARTHUR CONAN
Holmes y Wattson viajan al valle de Sussex, donde un caballero americano que reside en Inglaterra ha sido violentamente asesinado en su mansión, una antigua fortaleza aparentemente inexpugnable. En esta primera parte del libro, encontramos todas las características del género detectivesco: un muerto que plantea infinidad de interrogantes, un despacho repleto de sangre y de pistas desconcertantes, una servidumbre aterrada, una viuda y un amigo de confianza sobre los que recaen sospechas de infidelidad. El resultado de la investigación nos traslada al otro lado del Atlántico, a las minas de Pensilvania y a una sangrienta sociedad secreta... La segunda parte se desarrolla en Estados Unidos y en ella se explican los aspectos ocultos que motivaron el crimen hasta quedar ensambladas todas las piezas del argumento.