MENDOZA, JANO
Darío vive en una residencia de estudiantes muy distintos entre sí, pero entre quienes se establece una buena relación: comen juntos, se divierten y salen a pasear en bicicleta. Elise y Sarah, una pareja impetuosa que no vive el mejor momento de su relación, son habitantes de la residencia y son íntimas de Darío. Sarah sufre un cuadro depresivo. Durante un paseo en bicicleta fuera de la ciudad, desaparece. Solo Elise y Darío parecen querer hallarla. La inmadurez de Darío y el temperamento de Elise no sirven de gran cosa. Él no va a clases e incluso ha tenido que dormir un par de noches en la calle, pues ya no puede pagar su cuarto en la residencia. Elise, originaria de Estados Unidos, tiene poco o nada por qué quedarse en México. Al final ambos aprenden a vivir con la pérdida (nunca esclarecida del todo) y se vuelven grandes amigos.