ANAYA, JOSÉ VICENTE
Largueza del cuento corto chino reúne los mejores ejemplos de una literatura para la cual no existen divisiones nítidas entre los sueños y la vigilia, entre la filosofía y las soluciones prácticas; y donde lo místico, lo extraordinario y lo cotidiano se confabulan para arrojar al hombre a la iluminación. Por medio de diálogos entre discípulos y maestros, dragones y ministros, tigres y cazadores, viajeros y fantasmas, cada pieza transmite la sabiduría de una civilización milenaria. Cuentos que con naturalidad y gracia llegan a las mismas conclusiones que ciertos tratados filosóficos desarrollan con una argumentación tan compleja como abstracta. Y es que al confrontarse con la profundidad de estos relatos se fracturan las ilusiones y los engaños de la conciencia.