HIDALGO MURILLO, JOSE DANIEL
El problema de estudiar en una universidad, instituto o centro de educación mediocre es el temor que tienen sus profesionales de quedar mal, en definitiva, por la calidad de sus conocimientos. Hay muchas carreras de derecho en las que hace falta tratar materias en derecho romano, derecho constitucional, teoría constitucional, filosofía del derecho, argumentación e interpretación jurídica, derechos humanos y ética jurídica. Es posible, entonces, que el abogado haya aprendido alguna técnica y le falte la filosofía del sistema y los principios. El proceso penal acusatorio exige buenos abogados penalistas que conozcan y comprendan el derecho penal y el derecho procesal penal desde una interpretación constitucional. Con el derecho penal y el procesal penal son importantes la victimología y la criminología. Ahora hemos sumado la criminalística de campo y la criminalística de laboratorio. Los peritos están en el proceso desde el hallazgo del lugar del hecho hasta su sentencia, para ofrecernos criterios artísticos, técnicos y científicos relacionados con los indicios. México ha creado un concepto para la evidencia al producir el de ?dato de prueba?. De ese modo, hay ya un concepto jurídico-penal de la evidencia, concepto, éste último, más propiamente utilizado por los peritos que por los abogados. No ignoramos al escribir el problema de los ?diletanti? de los ?aficionados? que, por ejemplo, se introducen en el derecho procesal penal sin conocer de derecho penal, procesal penal, teoría de la prueba en el derecho penal, peor aún, que carecen de práctica profesional. Aun así, escriben partiendo de una sola idea. Nos hemos dado cuenta, en este libro, de la importancia de conocer someramente algunos conceptos propios de los peritos para dominar no sólo el lugar de los hechos y el lugar del hallazgo o el lugar de intervención o la escena del crimen y, en cada lugar, el indicio y su traslado para su procesamiento en los laboratorios.